En los tiempos que corren en los que estamos sufriendo un aumento de la delincuencia y asaltos a viviendas, en las que no solo corremos el riesgo de que nos roben artículos de valor sino que también ponemos en peligro a los miembros de nuestra familia, porque, en muchas ocasiones no tienen ningún reparo en entrar en nuestras casas cuando estamos en ellas, la mayoría de hogares españoles (sobre todo los que viven en grandes ciudades, Madrid, Barcelona) optan por instalar alarmas y cámaras de vigilancia, reforzar las puertas de acceso e instalar rejas en las ventanas. Todos los elementos mecánicos (puertas blindadas, rejas) dificultan la tarea de intrusión de los ladrones y los sistemas de alarmas, nos avisan si se produce algún incidente extraño.
Pero además el hecho de poner rejas no solo sirve como medida disuasoria para los intrusos sino también como medida de seguridad en el caso de familias con niños pequeños. Los niños son curiosos por naturaleza y por ello y aunque hagamos lo posible por no perderlos de vista, son víctimas de accidentes domésticos de toda naturaleza y el asomarse a la ventana es uno de ellos con consecuencias graves y que pueden llegar a ser mortales.
Si por un motivo u otro o por ambos, nos planteamos instalar protección en las ventanas, os recomiendo una empresa en Madrid (http://www.cerrajeria5r.com/) que se dedica a la fabricación de rejas para ventanas o para cerrar los espacios exteriores de una vivienda, las hay de todo tipo y para todos los gustos y presupuestos, rejas de forja artística o bien más innovadoras y modernas o de líneas rectas y más sencillas. Una particularidad a tener en cuenta es que para su instalación, o bien se utilizan anclajes de albañilería o bien, tornillos inviolables ¡qué significa? que una vez han sido colocados, imposibilitan su extracción.
Reforzando los accesos con puertas blindadas o rejas en ventanas, conseguimos que el delincuente se lo piense dos veces y se decida a intentarlo en otra vivienda que no esté dotada con estos elementos de seguridad y además, evitamos que la curiosidad de los niños por subirse a las ventanas para mirar lo que ocurre en la calle, no tenga un desenlace fatal. |